31 de mayo de 2017

NAHUEL


Te conocí con pañales,
saltabas para caer de cabeza en un sofá
y te reías con el chupete en la boca.
Años después, de caminata con tu Viejo
te alzaba a upa, y tu mirada preguntaba
por qué no podías subir terraplenes
con tus zapatillas embarradas.


Creciste y te fuiste a una Tierra de Ensueño,
con lagos y montañas, bosques y nieve,
nubes y estrellas en inmenso Cielo bonito
¿quizá por eso allí se designó
que zarparas en tu Vuelo al Infinito?


Que ya no estabas fue sentir
a todo tornarse blanco y negro,
mas recordar tu sonrisa pícara
hizo que regresaran los colores
que me dijeron: Sabes, para él
la Vida fue una Fiesta,
sin aprender a crearse problemas,
gozando y compartiendo el Ser, Crear, Sentir, Amar
cada segundo,
cada Día una Aventura digna de ser Vivida.


Y levanto la mirada para verte
(pues no te fuiste, solo cambiaste de estado)
señalando por siempre el Norte:
nunca olvidar el ser niño como Tu,
cuidar que lata contento el Corazón
y disfrutar cada momento dándose entero,
generando y repartiendo Alegría.


Nahuel, ahora me toca a mí
alzar mis manos,
ir más allá de una Vida embarrada
en rutinas, creencias y miedos.
Allá Arriba te ríes:
todo es TAN sencillo, rápido, ligero
y solo es recordar
que nacimos Magos, para volvernos un Sol.


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