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| Imagen de una onna-bugeisha, guerrera aristocrática del Japón Feudal. Mujeres así dirigieron ejércitos... Obsérvese la mirada. |
¿Qué escribir aquí, en el Día de la Mujer?
Me formé en el vientre de una.
Entre mujeres fui educado.
Con una mujer crecí como Hombre y Persona durante veinte años.
Fruto de eso, nuestras dos hijas: hoy mujeres plenas.
Y construyo una nueva Vida acompañado de Damas y Hadas, reales y virtuales, presentes en mi Mente y Corazón como ahora, que tipeo estas líneas.
Decir Mujer, para mí, con todo lo que viví es decir Vida.
Y no es solo que soy varón hétero y la Testosterona manda.
Es más que el sexo y la propagación de la especie.
Por la Mujer la Belleza camina por el Mundo.
La Sabiduría cobra vida en sus ojos.
El Amar se expresa en su sonrisa, susurros, piel y presencias.
Su Compromiso y Entrega sostienen al Mundo en Silencio.
Si el Varón tiene la visión, con ella hay colores.
Y sin su voz cada día solo es música en notas, sin ninguna melodía.
Pues sin ella no hay Sentido.
Y por allí anda el Poder que siempre tiene.
Controlar a la Mujer es controlar la Vida.
Poder manejar la Sociedad y así, pretender también dominar a la Creación.
Triste y doloroso es aceptar que lo que llamamos Civilización se basó en eso y lo sigue aplicando.
Que cada Mujer aún nace con el Karma de pagar ese precio.
Mas queda poco.
Porque cada Mujer, a su propio aire, busca ser Hada.
Que es una manera de decir que cultiva y cuida sus alas para volar, y así ser más ella misma.
Y aunque cada Mujer es única, todas me recuerdan a la guerrera de la imagen de arriba.
Con belleza y también cabeza.
Contemplación y también firmeza.
Con boca cerrada, sin soltar la espada.
La pasión de su Sueño en la mirada.
Más aún: colabora en esa tarea con sus pares y hermanas, multiplicando su Poder compartiéndolo.
Don de las Mujeres desde siempre.
Y con eso, paso a paso, día a día, cambia el Mundo.
Es su momento, y ya era hora.
El Mundo es una Vorágine de Flujos ingobernable, el éxito de lo Masculino que supera y deja atrás a su creador.
Y necesita la Mirada, Atención, Cariño y Entrega que la Mujer siempre sabe dar, para lograr que pueda florecer.
Escribo estas líneas como agradecimiento.
Sin las mujeres no sería hoy quien soy, es reconocimiento.
A la vez, siento que es un deber.
Acompañarlas como mejor pueda es lo mejor que puedo hacer.
Para Ser.
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