18 de abril de 2015

Interblogueando 2

Un solo tema, dos puntos de vista:

PAREJAS


El punto de vista de @Pelvica



Sin lugar a dudas


Cada persona es un mundo y cada pareja es un universo, que muchas veces se rompe en contacto con otros y termina desapareciendo, parcialmente o por completo. Lugar hipotético al que llegar cuando estar de a uno es demasiado poco y estar de a muchos es demasiado.

Otras veces lo que desaparece o se rompe es una de las personas que compone el 50% de la relación, dejando de crecer o creciendo incluso más allá de lo que algún día fue, quebrando ese contrato social de ser pleno solamente en multitud.

Pero también hay posibilidades y probabilidades de construir universos paralelos, de lograr una existencia simbiótica de verdadero win-win, de volverse un componente frutal más en una ensalada de frutas (naranja, pomelo, kinoto o la que más le guste), de ser lo que alguien más necesita sin necesidad de convertirte en algo que no necesitas ser.

Si dudas, no amas es el nuevo mensaje popular que está circulando como mosquitos en clima tropical. Mensaje nocivo como cualquier moda, porque nadie puede decirte si amas o no más que tú o el que es amado.

Nunca estás seguro de amar, y la vida te va poniendo en situaciones en que terminas probando tu amor por el otro o confirmando el amor del otro hacia ti (o su falta). Y si ya lo probaste o confirmaste, te toca volver a probar y reconfirmar, en un ciclo que se repite hasta la eternidad humanamente posible.

No se ama de una vez y para siempre. Eso sólo en las películas. Y porque dejan siempre el amor para el final, porque no quieren hablar de amor; como en todo relato sobre algún tipo de droga, no nos dedicamos al momento de su disfrute, sino al camino que nos lleva a ella. No pueden hablar de amor, solamente de cómo conseguirlo. Cuando en realidad, es un medio para construir un camino, siempre un comienzo, rara vez un fin en sí mismo o algo final. Pensar el amor como algo final, como la muerte del ciclo de desamor, es centrarse en lo negativo de algo positivo.

La existencia misma es duda, nacemos de una pregunta y somos siempre respuesta incompleta. Si dudar es existir y amar es existir, dudar podría ser amar. Poner en duda quienes somos, de donde venimos y hacia donde queremos ir. Y sobre todo cómo, y con quién. Podría amarse con o sin dudas, dudando o sin dudar.

También nos quieren convencer de que la unidad básica de la sociedad es la familia, pero en realidad es el individuo. Y la pareja, como forma de unión de los individuos.

Siempre, claro está, hablando de una pareja de a dos, que es a lo que alude la denominación y el estereotipo que a tod@s se nos plasma en la mente al escuchar la palabra.

Entre dudas personales y la gran duda social que nos corroe como masa de si existe realmente el amor o de si hemos dejado de merecerlo, estar en felizmente en pareja te puede brindar: 
  • Estabilidad emocional.
  • 0 % de grasas trans.
  • Acuerdos de fidelidad.
  • Libido conocida y rutina sexual.
  • Micro situación de igualdad.
  • Libertad de azúcares.
  • Contención económica.
  • Centro de vida.
  • Percepciones comunes.
  • Aceptación del ser.
  • Frascos de mermelada siempre abiertos.
  • Devenir mutuo.
  • Proyecto de vida y/o muerte.
  • Doble sentido del humor.
  • Un guardarropas lleno de desnudeces en común.

Aunque estar de a dos no puede brindarte nada si ya no lo traías de antes, de cuando eras sólo un individuo (o un individuo solo).

Una pareja no son dos mitades que se unen para crear un todo, es un todo que se reencuentra después de haber estado separado.

Lo digo sin dudar, que no es lo mismo que sin dudas.



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