29 de febrero de 2016

SINGULARIDADES 5: La SuperSingularidad o Singularidad de Pensamiento



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Ante la Singularidad Tecnológica, la Singularidad Humana y la AntiSingularidad forzosamente tendremos que adaptarnos, por propia iniciativa o arrastrados por las circunstancias que las Singularidades originen.
Ya sea por cambios que nosotros provoquemos o no, las Singularidades generarán feedbacks que influirán sobre nosotros, repitiendo y acelerando este proceso una y otra vez.
Tras leer los artículos anteriores, en este punto podemos preguntar no solo si la Humanidad podrá vivir en este entorno, o siquiera sobrevivir, sino simplemente existir. Según Raymond Kurzweil y el Transhumanismo, la solución pasa por cambiar de estado. La propuesta es dejar el formato biológico del cuerpo y del cerebro, pasando a reemplazos tecnológicos, más eficientes, confiables y perfeccionables. O mejor, sintetizar nuestra mente en un entorno de software puro, transformarnos en una suerte de espíritus digitales que podrían interactuar con el universo físico mediante diversas tecnologías, como se puede ver en varios cuentos y novelas de Greg Egan. En palabras del propio Kurzweil, integrarnos con las máquinas superinteligentes y ser una entidad superinteligente más, con lo que nuestra capacidad de adaptación quedaría asegurada.
Pero pese a los creyentes en las máquinas superinteligentes, lo más probable es que ellas terminen planteándose igual desafío que nosotros, solo que a distinto nivel. Como vimos por la naturaleza de la AntiSingularidad que enfrentarán, posiblemente encaren ese desafío antes que nosotros. Confiamos en que su superinteligencia sea garantía de éxito, pero sobre eso no tenemos seguridad alguna.
En este escenario que consideramos, tanto seres humanos como máquinas están igual de limitados. Y cuando las Singularidades tiendan a infinito más allá de toda comprensión, serán reducidos a la nada.
¿Cómo afrontar esto?
Todo lo que hemos conseguido y desarrollado ha sido en base a una forma de pensar. Frente a escenarios dados por la naciente Singularidad Tecnológica, es evidente que nuestra forma de pensar actual está llegando a un límite, y le cuesta avanzar más allá de ciertos puntos, en particular ante problemas de gran escala como la economía, la política, la ecología, la pobreza en el mundo, las pautas sociales en continuo cambio, etc.

Hoy estamos desarrollando, descubriendo y evaluando nuevas formas de acción, nuevas normas de conducta y nuevas pautas de análisis, de la mano de los emprendedores que generan novedades en internet y todas sus tecnologías asociadas.
Aunque no lo tengamos conscientemente analizado, lo sabemos. Y por esta razón, a esta clase de personas ahora las elevamos al nivel de brillantes estrellas.
Kurzweil es un emprendedor tecnológico aparte de pensador y divulgador, conocido por el sintetizador musical que lleva su apellido, por ser uno de los padres del OCR que nos permite escanear textos, y otros desarrollos. Otros señalan a personajes mucho más conocidos como Bill Gates, Steve Jobs, Mark Zuckerberg, Richard Branson o Elon Musk en lo referente a influencia empresarial y social. Es muy probable que aparezcan más personalidades de este tenor, y se le termine dando al emprendedurismo tecnológico una importancia que hoy apenas podemos sospechar.
Mas, como todo en lo relativo al Ser Humano, hablamos de enfoques parciales. El emprendedurismo tecnológico apunta al Futuro pero no es la garantía de futuro (por más que se la venda con todo éxito en los próximos años), es solo una garantía, y hay otras.
Tiene que ser así. Por la sencilla razón de que el emprendedurismo, por más que fomente y genere una Singularidad, es y será limitado frente a ella, incluso con la probabilidad de ser devorado por su propia creación ¿cómo es esto?

El emprendedor es una figura desarrollada en una cultura capitalista de consumo a gran escala, donde un valor importante es la diferencia: de capital, recursos, iniciativa, estilo, habilidades, poder y fama. Esto se puede apreciar en los Medios, mas es esencial en redes sociales como Twitter, donde estos patrones influyen en los niveles de comunicación entre gente que es seguidora (consume mensajes) y otra gente que es seguida (genera mensajes e influye en los temas a tratar, incluso creándolos).
Ahora bien, cuando las Singularidades despeguen e impongan cambios cada vez más acelerados, en particular si son positivos, un efecto que podemos esperar ver es que entre seres humanos las diferencias se irán diluyendo. Las tecnologías se vuelven exponenciales, y en ese tenor son cada vez más baratas. Podemos sospechar que a futuro los recursos también serán cada vez más baratos, no solo tendiendo, sino también llegando a valer prácticamente cero: ser gratis como el aire que respiramos.
Lo que prometen las Singularidades es, ante todo, la Abundancia: una edad de oro de riqueza material, donde todo puede ser posible. En ese escenario ideal, ideas como capital, recursos, habilidades se esfumarán, cualquiera dispondrá de ellas cuando se le de la gana.
Seguirían habiendo otras diferencias, como la de la iniciativa, hasta que impongan su supremacía las máquinas superinteligentes: en ese momento, sino antes, podemos aventurar que la figura del emprendedor se reducirá hasta desaparecer, su influencia será cero.
Con este ejemplo podemos observar que quizás convenga enfocarse en alternativas como la filosofía, la psicología, el arte. Cuando la Singularidad Tecnológica se dispare, tanto ciencia como tecnología tendrán vida propia más allá de nosotros, que como seres humanos podremos concentrarnos en estudiar y desarrollar nuestras características humanas. Muy posiblemente esto, más que otra cosa, sea la base de la Singularidad Humana.
Y el fruto de estos desarrollos combinados será, necesariamente, una nueva forma de pensar, que se expresará en nuevas pautas de conducta y expresión. Porque toda la revolución que hemos visto con la Singularidad Humana no será posible sin ella.

Es posible imaginar a esta forma de pensar (independientemente de cómo sea y se presente) creciendo y evolucionando en feedback con las mutaciones cerebrales que pueden ocurrir, la Conciencia Global que se llegue a generar, incluso con el aporte de las máquinas superinteligentes que a su modo la adoptarán, al menos para interactuar con nosotros. Un feedback en evolución, en crecimiento, con complejidad acelerada y tendiente a infinito, por tener que considerar a todas las Singularidades ya vistas como campo de estudio, desarrollo y uso.
Nuevamente, podemos decir que tenemos una Singularidad. Una Singularidad que se relaciona, incluso dirige a las otras tres y las opera, planteando en todo momento la razón y sentido de todo el conjunto para poderlo entender, aceptar, manejar y/o contener. Una Singularidad que nos permite adaptarnos independientemente de nuestra condición y limitación. Podemos denominarla Singularidad del Pensamiento o bien SuperSingularidad, ya que en algún punto estamos hablando de una Singularidad de orden superior.
Tres autores de Ciencia Ficción se aventuraron a esbozar una entidad así: Olaf Stapledon en Hacedor de Estrellas, David Brin en Tierra John C.Wright en La Edad de Oro. Wright denomina a esta Singularidad como Trascendencia, una entidad autoconsciente de proporciones divinas, fusión y síntesis de todas y cada una de las personas, máquinas y entidades de cualquier tipo o escala existentes.
Profundizar en lo que la SuperSingularidad podría ser implica considerar detalles prácticamente de orden filosófico y teológico profundos, y su mero esbozo es para un libro y no un simple artículo. Mas podemos bosquejar algunos patrones que posiblemente siga, que aparecen entre líneas a lo largo de este artículo, y que están en desarrollo ahora mismo:

  1. La noción de escala, tanto en lo infinitamente grande como infinitamente pequeño, en ambos casos más allá de la escala humana. Nuestras investigaciones se enfocan en lo subatómico y celular, y nuestros problemas de cualquier orden se están volviendo de tamaño planetario.
  2. El concepto de recurso, que todavía consideramos sinónimo de dinero, pero que en muchos casos se relaciona con energía, espacio, capacidades, conocimientos y tiempo. Cualquier cosa o entidad puede ser recurso para una determinada tarea, si se sabe cómo.
  3. Las ideas de red, complejidad y simultaneidad: un abandono de la sencillez ofrecida por Newton y Descartes (con procesos simples y discretos) por análisis de procesos complejos, dinámicos, con muchas causas y efectos y que ocurren todas a la vez.
  4. Un replanteo de lo que significa ser persona, tanto a nivel psicológico como social, en su sentir, pensar, relacionarse y actuar. Esto fomentará nuevas pautas de conducta, una nueva ética y moral, y un renacer de la Filosofía, Política y Arte a diverso nivel.

Y también, si se quiere, ensayar y adoptar una Mirada Poética, pues


No solo es
Singularidad de Pensamiento,
tambien será
Singularidad de Sentimiento.

Mas allá de lo que permita
Soñar, Crear, Vivir y Actuar
no llegará a nada
sin Comprender y Ayudar,
sin Cuidar y Respetar.

Será en sí misma
Singularidad de Amar.




>>> SINGULARIDADES 6: Conclusiones Finales y Referencias



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