Después del Orgasmo, por @Pelvica en su Blog Pelvicando
Se ha
escrito, hablado y cantado sobre lo que ocurre después del matrimonio, después
del desengaño y hasta después del amor. Pero, ¿y después del orgasmo? Ah, no, claro,
él es tan importante que solamente se habla de cómo llegar a él de a uno, de a
dos, de a varios, sin tener sexo, teniendo mal sexo, con buen sexo sostenido,
haciendo gimnasia, haciendo yoga y hasta haciéndose el boludo. Pero poco se
habla de lo que pasa en ese duermevela del intelecto, esa penumbra del alma,
esa antesala de la muerte, en la que quedamos después.
Después
del orgasmo viene un teamo, otro orgasmo o pajearse a una mano.
Después
del orgasmo sueña el realista y descansa sin sueños el soñador.
Después
del orgasmo somos todos iguales, con o sin pene, con o sin Amor.
Después
del orgasmo se rompen el silencio, el cuchicheo del cuerpo y el fru frú del
colchón.
Después
del orgasmo, descansa la pasión, se vacía la cabeza, se te llena el pulmón.
Después
del orgasmo las estrellas se alejan, la luna se enciende y se apaga para
siempre el sol.
Después
del orgasmo colapsan universos, reyes y reinas son derrocados, hay saltos en la
evolución.
Después
del orgasmo, venís vos, vengo yo; después del orgasmo, lo que venga.
Después
del orgasmo vienen el recuerdo, los tangos desconocidos, las novias de los
amigos.
Después
del orgasmo viene el olvido, los idiomas de la infancia, las dudas de la
adolescencia.
Después
del orgasmo viene la vida, otra vez la que te tocó, pero otras veces, la que
querías.
Después
del orgasmo viene el bajón, el reset, la vuelta de tambor del lavarropa
biológico.
Después
del orgasmo viene un noteamé, otro orgasmo o un adiós.
Orgasmo, por @korzanj
Le llaman Pequeña
Muerte,
porque es irse, perderse:
caer en una Nada
donde nada más importa,
en un tsunami de Placer
que te desata de Todo.
En especial
de todo lo que pensás de Vos:
vací@ del Mundo, la Mente y el Cuerpo
Ves el Corazón de lo que Sos,
y Más Allá de la Noche y el Día
tu Alma se llena de Vida.
Por eso volvemos, y decimos
que de eso nada recordamos,
aunque podemos sospechar que no
si despertamos,
y vemos suspirar y sonreír dormid@
a quien Amamos.
La Mente niega lo que no cabe en Palabras,
por eso siempre nos mentimos.
Mas la Vida, sabia y traviesa,
llena el Corazón y por eso
al mirarnos tras el Orgasmo
nos reímos.
En esa Risa, por un infinitésimo de Tiempo
sabemos la Verdad de lo que Es,
y allí elegimos tomarla
como Sol para el nuevo Día,
o convertirla en caricias y besos
para ir a buscarla otra vez.
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